Hay una duda que corroe a todos los aficionados a la NFL desde el pasado mes de enero: ¿puede seguir Peyton Manning jugando en esta liga? La última vez que le vimos salir del campo estaba no sólo vencido sino desarmado. En el sentido más estricto de la palabra: su arma, su brazo, había desaparecido. Los Denver Broncos sacados a gorrazos del campo por los Indianapolis Colts, sí, pero sobre todo el pobre Peyton con esa sensación de impotencia en el gesto, en el mover, en el pasar, incapaz de llegar a poner el balón donde quería. Física y emocionalmente derrotado.
Cuando decidió volver a jugar, cuando decidió comenzar el proceso de preparación un año más igual pensó en pedir árnica a la liga. A la vista del calendario oficial presentado ayer, la compasión no es una fuerza que mueva este negocio.
La NFL, como los aficionados, quiere saber si Manning está para jugar, y a fe que se lo ha puesto en chino las primeras semanas. A saber: debut contra Baltimore, que significa que Gary Kubiak, nuevo entrenador de los Broncos, tendrá su primer test contra su exequipo. Directamente. Sin vaselina. Sólo cuatro días después Kansas City, rival divisional, aterrizará en Denver para jugar en jueves, con lo necesario que es el descanso en los señores mayores como Manning, y de ahí viaje a Detroit a jugar contra un equipo aspirante a todo. Muy duro.
No es que le haya ido mejor a su antiguo entrenador, John Fox, ahora al mando de los Chicago Bears. La liga parece haberse ensañado con los nuevos inquilinos de los banquillos porque el pobre Fox, ojo a la broma, verá como le llueven, de seguido en las tres primeras jornadas, los Green Bay Packers, los Arizona Cardinals y los Seattle Seahawks, estos últimos a domicilio. No hay periodo de luna de miel aquí.
Muy destacable, también, el palizón que se van a meter los Jacksonville Jaguars, que sólo van a ver su campo una vez entre el 27 de septiembre y el 15 de noviembre. Se les acumulan tres partidos fuera, en New England, Tampa Bay e Indianapolis, uno en casa frente a Houston, otro que se considera casero pero que se juega en Londres contra Buffalo, y otras dos visitas a los Jets en Meadowlands y a Baltimore. En total, entre la jornada 3 y la 9 sólo reciben en su estadio a los Texans, algo sin duda excesivo para un equipo joven que trata de crecer. Justo en el periodo más intenso de la competición, el que es muy probable que marque el devenir de la temporada, los Jags tendrán que remar por medio mundo.
Donde ha acertado enormemente la NFL es en el partido inaugural. Se disputará el 10 de septiembre en Fóxboro entre los New England Patriots y los Pittsburgh Steelers. No olvidemos que estamos en un año especial, redondo, porque se celebra la Super Bowl 50 y, por eso, tiene todo el sentido del mundo que los actuales campeones, y la actual dinastía de la competición, reciban los honores de ser agasajados por su afición teniendo enfrente al equipo que más anillos tiene, 6, desde que se juega la Super Bowl.
En esta primera jornada tendremos un partido con mucho morbo, muy divertido, relacionado con el gran evento de la semana que viene, el draft. Y es que los Tennesse Titans visitan a los Tampa Bay Buccaneers, siendo ambos el uno y el dos del draft y ¿quién sabe? Igual vemos sobre el campo a Jameis Winston y Marcus Mariota en su debút en la liga. Este primer domingo de la NFL, 13 de septiembre, siempre es especial porque tras siete meses sin fútbol americano, y aún a pesar de haber tenido el bocado inicial del Patriots-Steelers el jueves, sentiremos el cosquilleo de pasarnos todo el domingo viendo nuestra liga favorita y siendo mirados con odio por nuestros familiares más cercanos.
Pero es que la segunda semana no bajará el pistón. Todo lo contrario. Será en ella cuando veremos la reedición de uno de los grandes partidos de los playoffs del año pasado. Los Packers y los Seahawks se encontrarán tras la final de la NFC del año pasado y a buen seguro que la gente de Green Bay está deseosa de venganza tras perder un partido que ganaba por dos anotaciones a falta de poco más de tres minutos para acabar.
Claro que poco más o menos lo mismo piensan en Dallas de su derrota frente a los Packers en playoff. Podrán vengarse, si es que pueden, en la semana 14, cuando los Cowboys acudan a Green Bay a un nuevo remedo de la Ice Bowl.
El día de Acción de Gracias es muy importante para la cultura norteamericana y no se entiende sin NFL. Este año, además de los partidos tradicionales de Detroit y Dallas, este último con la gracia de ver a Greg Hardy contra su exequipo, los Carolina Panthers, viviremos una de las noche más mágicas del año: la retirada de la camiseta de Brettt Favre por parte de los Packers, y nada menos que con sus grandes rivales de los Chicago Bears enfrente.
Hay más vueltas, más regresos aparte del de Hardy, cargados de mordo. Apuntad estos partidos y estas jornadas si queréis uniros a las aficionesque abuchean u ovacionan a sus antiguos ídolos: André Johnson vuelve a Houston con los Colts en la semana 5, Bruce Arians y los Cardinals visitan Pittsburgh en la 6, Darrelle Revis jugará con los Jets en New England en la 7, DeMarco Murray correrá con los Eagles en el Cowboy Stadium en la semana 7 y ojo a lo que puede ser ver a Rex Ryan pegando voces a sus Bills en la banda de Nueva York en la 10. LeSean McCoy también saludará a sus viejos aficionados de Philadelphia jugando con los Bills en la jornada 14.
Hay una historia entrelazada que acaparará titulares y es la de los grandes QBs de la AFC: Peyton Manning, Tom Brady y Andrew Luck. Cada vez que jueguen entre ellos habrá historias que contrar. Brady y Manning vuelven a cruzarse en la jornada 12, Luck saludará a su predecesor en los Colts en la semana 9, y Brady tratará de que el joven prodigio de Indianapolis no le devuelva la afrenta de la pasada final de la AFC en la jornada 6.
La NFL ha sido muy cuca a la hora de tapar a sus peores equipos. Todos ellos han de tener un partido, al menos, en horario estelar, pero la liga se las ha arreglado para que pasen lo más desapercibidos posibles. Así, Jacksonville-Tennessee y el Buccaneers-Rams, únicos partidos retransmitidos a nivel nacional de estos equipos, serán en jueves y emitidos sólo por la NFL Network. Podría decirse que los Raiders, que también tienen un sólo partido de esta exposición, están en ese mismo grupo, pero la NFL sabe del morbo que despierta su posible marcha a Los Ángeles y, por eso, con gran criterio para los que buscamos titulares, los han emparejado con sus rivales para regresar a la gran ciudad californiana, los San Diego Chargers, en Nochebuena. Bien jugado.
Por último, explicaros que este año tendremos dos partidos de sábado, en las jornadas 15 y 16, cuando ya no hay fútbol americano universitario y se puede ocupar ese espacio televisivo (que no es que no se pueda antes, pero es un pacto de caballeros que la NFL cuida mucho), y que la jornada final, la 17, será apoteósica, como siempre, por todo lo que habrá en juego... y porque todos los partidos serán divisionales, con lo que ello supone para la clasificación, para las rivalidades y para las aficiones.
Los playoffs no empiezan hasta el 9 enero, y la Super Bowl XL de San Francisco no se juega hasta el 7 de febrero, pero la liga ya nos ha puesto los dientes muy largos por el mero hecho de presentar el calendario que, como véis, está lleno de trampas, morbos e intereses variopintos, para gran beneficio de los aficionados.
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