27 años para transformarse en leyenda absoluta. Mientras varios alzan la voz indicando que su mejor época ya pasó, el silencioso Lionel Messi los calla con lo que mejor sabe hacer: jugar al fútbol. Como si hubiera una relación directa entre los récords que rompió y sus ganas de llevarse el balón a su casa, la "Pulga" volvió a marcar un 'hat-trick', al igual que 72 horas atrás para supera a Telmo Zarra a nivel local, y se transformó en el 'top scorer' de la Champions League, al romper la marca de 71 gritos del español Raúl.
El trámite lo sufrió el Apoel en su casa, en la anteúltima fecha de fase de grupos de la Champions, que ya tiene en esa zona a PSG y el "Blaugrana" clasificados; ahora deberán definir quién se adueña de la cima en el mano a mano de la última jornada. Fue 4-0, ya que a los tres de la "Pulga" se le sumó el golazo con el que Luis Suárez abrió el camino al triunfo.
El partido fue claro: el local esperó agazapado cómo su oponente lo derrumbaba lentamente. No tuvo otra idea de juego. En el primer tiempo, casi que no cruzó la mitad de cancha. En el complemento, unos pelotazos hicieron que el balón se traslade hasta la zona contraria.
Lo cierto es que el conjunto 'culé', que contó con Javier Mascherano de mediocampista central y guardó a Neymar, celebró el primer grito del uruguayo Suárez con su camiseta. El 'charrúa' giró de espaldas con caño al marcador incluido y definió con el pie abierto ante la salida del arquero. Claro, después fue todo el 'show' de Messi, que si bien no hizo ninguna jugada histórica, estuvo muy participativo en el circuito constante de toque.
A veces recostado por derecha como en su nueva función en la Selección, pero moviéndose principalmente por todo el frente de ataque, el rosarino se adueñó del récord que había alcanzado en la fecha pasada de Champions League tras desviar un remate desde afuera de Rafinha.
Ya en el complemento, irrumpió en la escena para recibir una filtración de Dani Alves, controlar de zurda y definir cruzado de derecha para gritar el segundo en su cuente personal. Con el partido más que controlado, y luego de la infantil expulsión de Rafinha por doble amarilla, Messi cerró una jugada que tuvo 16 toques previos con un 'pase a la red'.
El Barcelona llegó clasificado a Chipre para enfrentar al APOEL y más que la cima de la zona, el grupo sabía que el objetivo era que la "Pulga" haga trizas otro récord. Objetivo cumplido.
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