Manuel Lapuente es junto a Ignacio Trelles, Raúl Cárdenas y Javier de la Torre, uno de los cuatro directores técnicos más ganadores en la historia del futbol mexicano, es el único que le ha dado a nuestro país un torneo organizado expresamente por la FIFA (Copa Confederaciones 99), tiene cinco títulos de Liga y varios torneos de copa, pero ser exitoso, reconocido y un histórico no es impedimento para que “algunos directivos no hayan respetado mi carrera”, dice.
En el ámbito del futbol se le conoce como Manolo e inició su carrera en los banquillos cuando éste deporte era todavía romántico -a finales de los 80- y ahora dice que las cosas son muy distintas, que se premia “al profesionista” y que antes los futbolistas tenían que tener otro trabajo “para vivir”.
En el 2013, en Puebla, fue la última vez que estuvo de encargado en un proyecto deportivo y hoy se dedica a ser comentarista de la televisora Fox Sports.
Este día él será uno de los investidos y exaltados en el Salón de la Fama del Futbol en la ceremonia anual de Pachuca y confiesa con un aire melancólico que “es un honor que apreciarán mis nietos y los hijos de mis nietos”.
Tiene 791 partidos de experiencia como estratega y hace una crítica al sistema del futbol mexicano, que “produce jugadores en Sub15, 17 y 20, pero que no les da salida” y además, que el sistema de los torneos cortos no beneficia a nadie... “únicamente a las televisoras”.
Aquí una charla con Manuel Lapuente, un entrenador que vio pasar el futbol del romanticismo a la era industrial.
—Hablando de historia, en México hay una sensación de que nos olvidamos de todo, de lo bueno y hasta de lo malo... ¿pese a su trayectoria, le han faltado al respeto?
Pienso que algunos directivos no han respetado mi carrera pese a tener credibilidad en otros momentos, he ganado cerca de 20 títulos y otras cosas con la selección nacional. No he tenido el respeto de los últimos tres equipos donde yo he estado, estoy hablando de Tigres, Puebla y América. No logré el éxito porque no me permitieron a mí formar el equipo, lo hacía otro y yo llegaba a salvarlo.
—Hoy el futbol mexicano es uno de los más sólidos económicamente, ¿considera que tantas comodidades impidan el crecimiento y la unión entre sus agremiados?
Puede ser (...) hay varias cosas del sistema que están mal hechas y los presidentes de los clubes tienen que reconocer que hay situaciones que no son saludables. Por ejemplo, los torneos cortos no sirven para nada, nada más para las televisoras, pero no sirven también para producir y darles oportunidad a los jugadores, hay excepciones como Pachuca o las selecciones nacionales.
—¿Eso explica por qué desde el Mundial de 1994 no hayamos avanzado más allá de octavos de final?
Si revisas en escuelas como Pumas o Atlas, cada vez es más difícil encontrar grandes jugadores, ya no le digo las del Puebla. Mientras sigan existiendo cinco extranjeros no podremos avanzar. Antes se traían jugadores de muchísima calidad como Carlos Reinoso, Daniel Brailovsky o Claudio Lostanu. La calidad es importante, si ve la cantidad de jugadores jóvenes que hay en México y que no los están dejando jugar porque su lugar lo están ocupando extranjeros que no han dado el do de pecho son muchísimos.
La Federación obliga que haya Sub-15, 17, 20, pero no los ocupan y además el dinero que les dan para las fuerzas básicas, los equipos lo utilizan para traer extranjeros. Nuestro futbol es bueno, hay cosas malas y podríamos estar mejor.
—¿Es demasiado ingrata la profesión de ser entrenador?
Para mí es una gratísima profesión, he tenido éxito, ha sido más grata que ingrata. Soy un hombre feliz, contento con mi trayectoria, me siento muy bien por este festejo (ceremonia de investidura) que es para mis nietos e hijos. Yo me siento un hombre realizado.
—¿El aficionado mexicano paga lo justo por ir a un estadio de futbol en nuestro país?
A veces considero que sí es muy pobre lo que ven. Pero todo es proporcional, habría que analizar que la gente va menos por que se incrementan los precios o porque no hay espectáculo. Creo que sería mejor si fueran torneos largos.
Muchas veces hacemos ídolos de barro porque no nos queda otra y es perjudicial para el futbol mexicano. Un muchacho que mete dos goles en un partido ya lo están promoviendo para la selección. Además no traemos calidad en los extranjeros.
Qué nos hizo ver a Ronaldinho (...), que los aficionados fueron a ver una figura, que si bien no está en el mejor momento, pero aporta calidad, futbol, nos va a servir a nuestros jóvenes. Desde hace 20 años se ve poca calidad de extranjeros.
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